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Talleres de telar

En el mes de febrero de 2022, emprendimos un viaje al monte chaqueño, invitados y acompañados por la ONG Monte Adentro. La asociación  trabaja por el desarrollo integral comunitario de diferentes parajes rurales en la provincia de Chaco. Su mirada, está puesta en el desarrollo social equitativo, buscan revitalizar la cultura rural, junto a sus escuelas, oficios, costumbres y valores. Algo que nos encanta de Monte Adentro es que hacen que los mismos miembros de cada comunidad sean los protagonistas de los proyectos que acompañan.

En el marco del proyecto de capacitaciones en oficios para mujeres rurales, brindamos capacitaciones de tejido en telar. Durante una semana, fuimos recorriendo en moto diferentes parajes rurales: La Gloria, El Boquerón, Aguacerito, Medialuna y Tacuruzal Comunidad. Allí, cada grupo comparte un espacio de encuentro y de taller semanal (cocina, costura o en nuestro caso: telar).

Con excepción de  El Boquerón, los espacios de taller se dieron 2 veces en cada grupo de mujeres

 

Bien temprano, tipo 6 de la mañana arrancaba el día. Cargamos la moto con las lanas, el mate y 6 telares, y partimos al primer taller que arrancaba a las 7 am, quien manejaba sabe bien las distancias y el tiempo. Mientras tanto, uno se perdía en el tiempo mirando el amanecer a través del monte. Un sacudón de pozos, nos hacía despertar un poco más.

 

Cuando ya el primer taller terminaba, partíamos al segundo, que nos estaban esperando en otro paraje, a media hora de moto. ¡Y cómo nos esperaban! Siempre con mates, historias, una sonrisa, el doble beso chaqueño y algo rico para compartir. Una pausa para almuerzo, y arrancamos de nuevo. Encaramos para el tercer taller del día, en otro paraje.

TREMENDO. Eso es vivir. Intensamente. 

 

 

¿Cuál era el objetivo de este viaje, de estas capacitaciones?

Cada espacio de taller, es un espacio de encuentro. El telar, para nosotros, es una excusa. Es una herramienta, un medio para encontrarnos, para compartir, para charlar, para disfrutar.

En cuanto a contenidos, cada grupo fue aprendiendo según sus intereses, y a su propio ritmo. Fueron talleres de iniciación, por lo que vimos un poquito de todo: las partes del telar, diferentes ligamentos, dibujo geométrico, trenzas, flecos, etc. Hay quienes conocían el tejido para matras de caballos, o como ellas le llaman "jergas". Y así fue como nos fuimos nutriendo mutuamente, ellas aprendían nuestras técnicas, y nosotros las suyas. Un intercambio de saberes y de experiencias riquísimo.

A decir verdad, esta experiencia fue una "prueba piloto" durante el verano, con la posibilidad de presentarse como proyecto anual. Es decir, las capacitaciones fueron una iniciación en el telar. Quienes participaron, conocieron las diferentes partes del telar, diferentes ligamentos, y técnicas de tapiz para hacer dibujo geométrico. algo asó como el puntapié, para en un futuro proponerlo como taller anual, y no sólo en el transcurso de verano.

 

 

El telar, fue una excusa, un medio, un objeto integrador de las comunidades.

Un motivo para juntarse y compartir.

 

Ojalá volvamos siempre,

a compartir con ellas, las mujeres del monte chaqueño.

¡Y, quién te dice, que el año que viene se suman más hombres!